Nos habíamos conocido por Internet y pese a su insistencia por quedar a conocernos en real, yo desconfiaba, pues se me hacia muy raro lo de “ser una chica sola abierta a probar cosas nuevas”.
Tras varios intentos por su parte, por fin, y tras hacerme una encerrona con otro conocido de Internet, nos conocimos en una cena de amigos.
Cual fue mi sorpresa cuando pude comprobar que todo lo que decía era real y cierto, además desde el primer momento hubo química entra las dos.
Después de aquella cena en que nos conocimos, paso algún tiempo hasta que volvimos a quedar.
Fue un día que la llame y le propuse salir a cenar y charlar un rato, para que así me pudiera contar con más exactitud como había sido su primera experiencia con otra mujer y quien sabe si yo me lanzaría y seria mi primera experiencia bisexual también.
Fuimos a cenar y la conversación fue muy amena y subida de tono, además de muy ilustrativa para mí, el caso es que mis ganas de probar la bisexualidad fueron creciendo conforme iba pasando la noche. Supongo que a ella le pasaba lo mismo, aunque no era novata como yo en estas lides. Después de cenar decidimos ir a tomar una copa y no se si fue por curiosidad o por el morbo de la situación, pero decidimos ir a un “Pub liberal”.
Para mi era otra nueva experiencia, el entrar por primera vez en una Pub así, aunque eso si, pese a que han tenido que pasar unos cuantos años para volver a uno, lo cierto es que no me arrepiento, porque últimamente cuando voy de “caza” me lo paso genial, pero eso ya os lo iré relatando poco a poco.
La verdad es que cuando llegamos, pudimos comprobar que no había mucho ambiente, quizás fuera por ser viernes, quizás por ser pleno invierno, pero de todas formas nosotras nos lo pasamos genial. Las dueñas, dos chicas lesbianas encantadoras, nos estuvieron enseñando todas la instalaciones, y mientras nos tomábamos una copa en la barra conocimos al “camarero”, era un chico joven, impresionante, que además era su ultimo día de trabajo allí, con lo cual tenia licencia para hacer lo que le diera la gana si quería. El caso es que al despedirnos, el chico se “morreo” con ambas, pero he aquí que vino la “discusión” entre bromas porque según mi acompañante, el, me había metido la lengua hasta la garganta y a ella no. Así que entre risas y cachondeo, nos marchamos del local, eso si…. mas “calientes” que cuando llegamos.
Nos fuimos a mi casa, a tomar la ultima copa, con la única esperanza por mi parte de poder romper el hielo y saciar mi curiosidad y así dejar de ser hétero para convertirme en una mujer Bisexual.
Llegamos a casa y allí estaba el cornudo esperando tal y como yo lo había dejado. Atado en la cama, desnudo y con su mascara de cuero como única vestimenta.
Después de mostrárselo a mi acompañante, lo desatamos y le ordene que nos sirviera dos copas.
Mientras nos las ponía, ambas estábamos en el salón sentadas juntas en el sofá. Volvimos a retomar la conversación de su experiencia bisex y el ambiente se fue calentando de nuevo. Yo le propuse que se quitara la ropa de la parte de arriba, porque quería probar a hacerle un molde de cera de sus tetas, a lo que ella accedió encantada y sin ningún reparo.
Le ordene entonces al cabrón que trajese mis velas y unas pinzas de la ropa. Cuando ya las tenia allí, y tras haberle estado sobando sus preciosas tetas, le puse una seria de pinzas alrededor de los pezones, lo que a mi me puso muy cachonda y a ella también, al menos eso parecía por la cara de felicidad que tenia. Al cabo de un rato se las fui quitando una a una y muy lentamente mientras ella se iba retorciendo de dolor y placer. Luego, fui vertiendo poco la cera caliente sobre sus pechos hasta tenerlos completamente cubiertos y una vez que se había enfriado, la fui retirando con mucho cuidado para sacar el molde de aquellas preciosas tetas.
Cuando termine de hacerlo las masajeé con mis manos, y con mi lengua fui rozando sus pezones completamente erectos por la excitación.
Fue entonces, cuando ella se inclino y me beso en la boca, lo que hizo que se me pusiera la carne de gallina y mis pezones también se pusieron de igual manera.
Cuando me quise dar cuenta nos estábamos besando, acariciando y metiendo mano en nuestros coños chorreantes por la excitación del momento.
Como único testigo de esta situación allí estaba mi sumiso cabrón, que en este caso estaba siendo corneado por primera vez por una mujer que me estaba proporcionando mas placer del que el es capaz de darme con su asquerosa y birriosa polla.
Primero fue ella la que se lanzo y me comió el coño como nunca antes lo habían hecho, no se cuantas fueron las veces que me corrí, pero si se, que mis gemidos de placer estuvieron a punto de despertar a todo el vecindario. Después me toco a mi, y no debí hacerlo mal, pese a ser mi primera vez, porque ella también se retorció y gimió de placer una cuantas veces.
Al finalizar quedamos exhaustas tendidas en la cama y como único testigo de mi primera relación bisex el cornudo cabrón de mi marido.
A partir de ese día, han sido muchas las veces que hemos estado juntas disfrutando de los placeres del sexo, unas veces solas y otras incluso acompañadas de uno o más hombres, pero eso ya lo contare en otra ocasión…
Tras varios intentos por su parte, por fin, y tras hacerme una encerrona con otro conocido de Internet, nos conocimos en una cena de amigos.
Cual fue mi sorpresa cuando pude comprobar que todo lo que decía era real y cierto, además desde el primer momento hubo química entra las dos.
Después de aquella cena en que nos conocimos, paso algún tiempo hasta que volvimos a quedar.
Fue un día que la llame y le propuse salir a cenar y charlar un rato, para que así me pudiera contar con más exactitud como había sido su primera experiencia con otra mujer y quien sabe si yo me lanzaría y seria mi primera experiencia bisexual también.
Fuimos a cenar y la conversación fue muy amena y subida de tono, además de muy ilustrativa para mí, el caso es que mis ganas de probar la bisexualidad fueron creciendo conforme iba pasando la noche. Supongo que a ella le pasaba lo mismo, aunque no era novata como yo en estas lides. Después de cenar decidimos ir a tomar una copa y no se si fue por curiosidad o por el morbo de la situación, pero decidimos ir a un “Pub liberal”.
Para mi era otra nueva experiencia, el entrar por primera vez en una Pub así, aunque eso si, pese a que han tenido que pasar unos cuantos años para volver a uno, lo cierto es que no me arrepiento, porque últimamente cuando voy de “caza” me lo paso genial, pero eso ya os lo iré relatando poco a poco.
La verdad es que cuando llegamos, pudimos comprobar que no había mucho ambiente, quizás fuera por ser viernes, quizás por ser pleno invierno, pero de todas formas nosotras nos lo pasamos genial. Las dueñas, dos chicas lesbianas encantadoras, nos estuvieron enseñando todas la instalaciones, y mientras nos tomábamos una copa en la barra conocimos al “camarero”, era un chico joven, impresionante, que además era su ultimo día de trabajo allí, con lo cual tenia licencia para hacer lo que le diera la gana si quería. El caso es que al despedirnos, el chico se “morreo” con ambas, pero he aquí que vino la “discusión” entre bromas porque según mi acompañante, el, me había metido la lengua hasta la garganta y a ella no. Así que entre risas y cachondeo, nos marchamos del local, eso si…. mas “calientes” que cuando llegamos.
Nos fuimos a mi casa, a tomar la ultima copa, con la única esperanza por mi parte de poder romper el hielo y saciar mi curiosidad y así dejar de ser hétero para convertirme en una mujer Bisexual.
Llegamos a casa y allí estaba el cornudo esperando tal y como yo lo había dejado. Atado en la cama, desnudo y con su mascara de cuero como única vestimenta.
Después de mostrárselo a mi acompañante, lo desatamos y le ordene que nos sirviera dos copas.
Mientras nos las ponía, ambas estábamos en el salón sentadas juntas en el sofá. Volvimos a retomar la conversación de su experiencia bisex y el ambiente se fue calentando de nuevo. Yo le propuse que se quitara la ropa de la parte de arriba, porque quería probar a hacerle un molde de cera de sus tetas, a lo que ella accedió encantada y sin ningún reparo.
Le ordene entonces al cabrón que trajese mis velas y unas pinzas de la ropa. Cuando ya las tenia allí, y tras haberle estado sobando sus preciosas tetas, le puse una seria de pinzas alrededor de los pezones, lo que a mi me puso muy cachonda y a ella también, al menos eso parecía por la cara de felicidad que tenia. Al cabo de un rato se las fui quitando una a una y muy lentamente mientras ella se iba retorciendo de dolor y placer. Luego, fui vertiendo poco la cera caliente sobre sus pechos hasta tenerlos completamente cubiertos y una vez que se había enfriado, la fui retirando con mucho cuidado para sacar el molde de aquellas preciosas tetas.
Cuando termine de hacerlo las masajeé con mis manos, y con mi lengua fui rozando sus pezones completamente erectos por la excitación.
Fue entonces, cuando ella se inclino y me beso en la boca, lo que hizo que se me pusiera la carne de gallina y mis pezones también se pusieron de igual manera.
Cuando me quise dar cuenta nos estábamos besando, acariciando y metiendo mano en nuestros coños chorreantes por la excitación del momento.
Como único testigo de esta situación allí estaba mi sumiso cabrón, que en este caso estaba siendo corneado por primera vez por una mujer que me estaba proporcionando mas placer del que el es capaz de darme con su asquerosa y birriosa polla.
Primero fue ella la que se lanzo y me comió el coño como nunca antes lo habían hecho, no se cuantas fueron las veces que me corrí, pero si se, que mis gemidos de placer estuvieron a punto de despertar a todo el vecindario. Después me toco a mi, y no debí hacerlo mal, pese a ser mi primera vez, porque ella también se retorció y gimió de placer una cuantas veces.
Al finalizar quedamos exhaustas tendidas en la cama y como único testigo de mi primera relación bisex el cornudo cabrón de mi marido.
A partir de ese día, han sido muchas las veces que hemos estado juntas disfrutando de los placeres del sexo, unas veces solas y otras incluso acompañadas de uno o más hombres, pero eso ya lo contare en otra ocasión…
Madre de Dios, me voy a tener que masturbar despues de esta lectura ;)
ResponderEliminarTan increible como siempre Mesalina, ya hablamos por correo, soy Charlie.
ResponderEliminarBesos!
Tan morbosa como siempre. Que placer poder ver esas fotos. Como te he comentado esta mañana, me he tenido que hacer un par de pajas en el trabajo, jaja.
ResponderEliminarBesitos.
David
uuuuffffff, no puedo ni escribir
ResponderEliminarme encantaria poner mi polla a tu disposicion y despues de follarte a ti romperle el culo a tu sumiso.
ResponderEliminarSi quieres que hablemos solo tienes que decirmelo.
un beso en tu chocho.
MENUDA VIEJA ASQUEROSA , NO ME EXTRAÑA QUE SU MARIDO SE HAYA HECHO CORNUDO CON TAL DE NO FOLLARLA
ResponderEliminarMis felicitaciones paisana, un verdadero placer encontrar este blog .
ResponderEliminarUn beso donde mas te guste
RanXeroX
un placer saludarla, como siempre que puede le echo un vistazo a su pagina y sus relatos, seria todo un placer poder forma parte de sus fantasias, soy algo sumiso pero buen amante, un saludo SEÑORA Mesalina
ResponderEliminarA mi me pasó lo mismo pero con un negro.me follaba el culo y me daba tanto gusto que mi mujer al verlo no paraba de masturbarse.
ResponderEliminarUn marroquí me acercaba su polla a mi ojete y mi mujer se reía, yo me retiraba y el insistía arrimándome su pollón, Mi mujer riéndose me decía , éste termina colándotela, yo me resistía y el tío tonteando intentaba metérmela , bajó y con su lengua empezó a lubricarme, no sé cómo pero me dejé hacer. Mi mujer sorprendida me dijo ¿ te está gustado ?...un poco....le dije....y ella me contestó ...deja que te meta el nabo...y disfruta...si lo estas deseando....maricón..me puse bién en pompa ...sentí mas gusto que con mi mujer....os lo aseguro....mi mujer vió mi cara de satisfación y me dijo.....te ha hechado un buen polvo ¿ eh..chochi ?...y ella le dijo al moro....ahora tienes dos chochitos para ti....machote...
ResponderEliminarSomos una pareja bisex , pero en los trios , mi mujer se trae siempre algún amigo y como sabe mi gusto por las pollas, yo encantado...me gusta ver como le entra el nabo y como le chorrea el conejo de gusto. Pero lo que más me gusta es cuando mi mujer me dice ...prepara tu culito que éste semental te lo va a romper....y yo me lubrico bién el agujerito por donde mi mujer sabe que siento más placer.
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