MesalinaMalaga

El material incluido en este blog es propiedad exclusiva de MesalinaMalaga. Cualquier acto de transmisión, distribución, cesión, reproducción, transformación, almacenamiento o comunicación pública total o parcial, debe contar con el consentimiento expreso de MesalinaMalaga
Si se puede y agradezco los links a mi blog, para lo cual no es necesario consentimiento

sábado, 23 de julio de 2011

De fiesta con uno de mis Amantes


Hace unas semanas que estando en casa recibí en el móvil la llamada de uno de mis amantes habituales. Me pregunto que si su “puta” favorita estaba dispuesta a ser follada porque le apetecía y de paso así poder aumentar aun más el tamaño de los maravillosos cuernos del cabrón de mi marido.
La respuesta fue obvia como cabe esperar en mi, así que le dije que si.
Me propuso que me arreglara como a él le gusta y me dijo que nos encontraríamos en la puerta de un Pub de Ambiente.
Le ordene a mi cornudo sumiso se pusiera su cinturón de castidad y que me ayudara a arreglarme, diciéndole que había quedado con uno de mis amantes para salir y que el sabia muy bien porque lo hacia. Que tiene una birria de polla incapaz de satisfacerme.
Me dispuse a marcharme no sin antes haberle dejado órdenes expresas de algunas cosas que tendría que hacer en mi ausencia y así mantenerse despierto hasta mi llegada.

Llegué al sitio indicado, a la hora fijada y allí estaba él, esperándome.
Entramos en el Pub y la verdad es que no había mucho ambiente, quizás fuese porque era un día de diario, además de ser algo temprano.
Nos pedimos una copa y empezamos a hablar mientras el me metía mano en el coño y rozaba su maravillosa polla con mis piernas.
El ambiente se fue caldeando a nuestro alrededor, sobre todo el masculino y al poco nos fuimos a dentro y nos metimos en una de las habitaciones dejando la puerta abierta para que nos pudieran ver y quien quisiera que entrara.
Comenzamos a follar como locos, no sin antes haberme comido ese pedazo de polla tan maravillosa que tiene mi amante y tales eran mis gemidos de placer que al poco tiempo teníamos la habitación llena de tíos mirando y sobándose sus pollas mientras disfrutaban de la escena.
Yo estaba siendo follada a cuatro patas sintiendo su polla bien dentro y sus hermosos huevos golpeando mi coño a cada embestida suya al tiempo que disfrutaba de aquella escenas de tantos tíos masturbándose en mi presencia, que pensé…. – Mmm… porque no, y si todas aquellas pollas fueran para mi…. Mmm…. que placer y que morbo, como iba a disfrutar yo poniéndole los cuernos al cabrón de mi marido con tantos hombres a la vez.




Fue entonces, como si mi amante me hubiera leído el pensamiento que sin consultármelo tan siquiera le pregunto a uno de los chicos que si me quería follar. Y como no, al otro le falto tiempo para enfundarse un condón y metérmela hasta el fondo. Mientras este me follaba, el me acercó otra polla de otro chico para que se la comiera, a lo que yo no puse ningún reparo, pero tal era el grado de excitación de este muchacho, que al metérmela en la boca se corrió de placer.
Unos minutos mas tarde y mientras le estaba chupando la polla a otro chico, fue el que me estaba follando el que se corrió y se quedo a gusto.




Se retiro y mi amante fue el que de nuevo comenzó a follarme mientras seguían pasando por mis manos nuevas pollas que llevarme a la boca, hasta cuatro fueron los chicos que se unieron a la fiesta. Perdí la cuenta de las veces que me corrí y mis gemidos de placer creaban la expectación suficiente como para que en la habitación siempre hubiera hombres masturbándose, pero ante tanta polla que desviaba mi atención, mi amante me pidió de quedarnos ya solos, tras lo que me senté en la cama y fué a mi amante a quien empecé a chuparle su maravillosa polla hasta que poco a poco hice que llegara el momento de que se corriera me la saqué de la boca y continué masturbándolo yo hasta que empezó a derramar su leche caliente sobre mis tetas. Una vez que hubo terminado de correrse me deje caer exhausta en la cama y el se tendió a mi lado y comenzó a besarme mientras me masajeaba la tetas esparciendo todo su semen por ellas mientras me besaba.




Al cabo de un rato, me dijo que mejor seria que no me duchase, que prefería que al llegar a casa, fuese el cornudo, después de haber olisqueado y lamido con su lengua mis tetas el que me ayudase a limpiarme, que así no se le olvidaría quien es el macho dominante, el que si es capaz de darme placer y así lo hice.
Entonces nos vestimos y fuimos a tomarnos la última copa antes de marcharnos, estuvimos en una zona reservada a las parejas donde hay una especie de “pasillo francés”. Mientras estábamos charlando y habiéndonos percatado de la presencia de algunos hombres que nos estaban observando, me subió la falda y comenzó a tocarme y hacerme una paja para mi goce y mayor excitación de los presentes, entonces me susurró al oído que nos levantáramos y fuésemos hacia los agujeros donde aparecían nuevas pollas de las que poder disfrutar yo, y así lo hicimos, fueron de nuevo tres las pollas que tenía a mi disposición, no daba a basto, mientras tenia una en la boca, con las manos pajeaba a las otras dos, eso sí, todo ello acompañado de una buenas paja que me estaba haciendo mi amante que en un momento dado y ante el grado de excitación que teníamos ambos, volvió de nuevo a meterme su maravillosa polla en el coño y recuerdo que no hicieron falta muchas embestidas cuando comencé a correrme de nuevo como una loca, esta vez y debido a la postura, los chorros de mi corrida me caían por las piernas. De nuevo nos habíamos quedado a gusto los dos. Había llegado la hora de marcharse.

Cuando llegué a casa, allí estaba el cornudo, despierto, esperándome arrodillado tras la puerta como sabe que me gusta que haga cuando regreso de fiesta. Me beso los pies como es su obligación y me siguió de rodillas cual perrito faldero por la casa hasta la habitación dónde me dejé caer sobre la cama mientras el procedía a desvestirme.
Sabiendo lo humillante que es para él, le ordené que me oliera y me limpiara muy lentamente con su asquerosa lengua cada centímetro de mis tetas de la corrida de su corneador, haciéndole entretenerse especialmente en aquellos lugares donde recordaba que hubiese derramado mi amante su leche caliente, mientras le contaba con todo lujo de detalles como me lo había pasado en el Pub y bien pude notar lo jodido que estaba con la excitación porque cuando fui a quitarle su cinturón de castidad poco faltó para que saliera disparado.
Como recompensa por haber sido tan obediente en mi ausencia, le di permiso para que se la meneara en mi presencia mientras me echaba en la cama para poder descansar de tan ajetreada noche.
Después de todo, yo había disfrutado de una buena noche de fiesta y buenas pollas y me sentía generosa con el cabrón, al fin y al cabo sólo era una triste autopaja y es la única forma en la que le permito algo de placer, aunque como ya sabéis, su placer a mi me importa bien poco, pero si el que sea un cornudo ejemplar y para ello ocasionalmente le concedo un premio como ese.
Besos y hasta otra.

2 comentarios:

  1. Como siempre, me has puesto a tono, ¿cuendo podré disfrutar yo de ese cuero? ;)

    ResponderEliminar
  2. Soy Charlie Mesalina,

    increible tu nueva historia. Me gustaria ser protagonista de alguna un dia.

    Te estuve llamando y mandando mails hace unas semanas, pero se ve que estabas ocupada como has explicado.

    Espero que hablemos pronto. Besos!

    ResponderEliminar