Una de las últimas y para mi gusto humillante y divertida fue este verano….
Quede una tarde con una muy buena “Amiga “y un “amante” común que tenemos las dos.

Llegue a la hora acordada con mis amigos y tras un rato de charla y de risas mientras tomamos café nos fuimos a la cama. Entre besos y caricias nos fuimos quitando la ropa y poco a poco el ambiente se fue caldeando aun mas si cabe, ella me lamia las tetas e introducía sus dedos en mi mientras yo le chupaba la maravillosa polla a el y al cabo de un ratito le pedí a mi amante que me follara mientras le lamia el coño a ella.
Después de un rato follando y corriéndonos ella y yo, hicimos un descanso y mientras charlábamos se me ocurrió que al retomar nuestros juegos podía llamar al cabronazo y que nos oyera de disfrutar y de pasárnoslo bien. Así que nos pusimos de nuevo manos a la obra y le llame. Le ordene que estuviera bien atento y puse el manos libres en mi teléfono, lo cual nos permitía a todos poder insultarlo y humillarlo mientras follábamos. Mientras le comía la polla a mi amante tanto este como my amiga le iban relantado con todo lujo de detalles como lo estaba haciendo al tiempo que le iban recordando lo cornudo, maricón y cabrón que es y lo mal que lo tenia que estar pasando por no poder si quiera empalmarse después me puse a horcajadas sobre la polla mientras me lo follaba era yo personalmente quien le iba relatando entre gemidos de placer como me lo estaba pasando y le recordaba que todo esto era porque no es un hombre capaz de satisfacerme y que tiene una mierda de polla indigna de mi y que por eso necesito que me otro me haga sentir una mujer de verdad y saque de mi todo lo guarra, puta y viciosa que soy. Al mismo tiempo eran mi amante y mi amiga también quienes le iban diciendo la cara de placer que ponía a cada una de sus embestidas. La corrida fue bestial, terminamos los tres exhaustos y fue entonces cuando le dije que era una lastima que no estuviera allí para limpiarnos con su lengua, pero que en otra ocasión sería, y entre risas le ordené que ya podía retirarse y que me esperara en casa hasta que llegara.

Espero que os haya gustado, al menos yo me lo pase en grande aquella tarde y creo que por lo cabrón y cornudo que es mi marido, el también tuvo que disfrutar, aunque eso la verdad es que me importa bien poco, jajajaja
Besos y hasta pronto
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